La asociación Nostra Terra reclama comunicación con el equipo de gobierno local y el cumplimento de las mociones aprobadas en el último pleno de hace dos meses.
Nosotros no podemos hacer más, el Ayuntamiento tiene que mover ficha, es su obligación cumplir los acuerdos
Miguel Ángel Rodrigo, presidente de la asociación Nostra Terra, expresa así la frustración de la entidad que se creó a principios de año para intentar parar el macroproyecto de placas fotovoltaicas en el término municipal de les Coves de Vinromà. Hace tiempo que intentan reunirse con la alcaldesa de les Coves, Mónica Nos, sin éxito:
Dijo que escucharía a todas las partes implicadas en el proyecto pero de nuestra asociación no quiere saber nada
y añade:
Es difícil encontrar a un alcalde que se niega a recibir a una asociación local legalmente constituida, ya que los alcaldes son cargos públicos que representan a todos los vecinos, también a los que piensan diferente a ellos
Reclaman que la alcaldesa sí se ha reunido con algún propietario de terrenos afectados
pero creemos que habría sido mejor y más rápido recibir a los representantes de los afectados. Porque queda poco tiempo y ya hace más de dos meses que se tomaron unos acuerdos que están todavía sin ejecutar
explica Rodrigo.
El pasado mes de abril los grupos municipales de PSPV-PSOE y PP presentaron en dicho pleno mociones para rechazar el proyecto Magda, para solicitar una moratoria al otorgamiento de licencias municipales, y para modificar el planeamiento urbanístico con el fin de evitar abusos y regular la implantación de proyectos de energías renovables en el territorio. El equipo de gobierno (Més per les Coves) se abstuvo a dichas mociones, pero afirma el presidente de Nostra Terra que
aun así tiene la obligación de ordenar la publicación y el cumplimento de los acuerdos del Ayuntamiento, lo dice la ley. Es grave que todavía no se haya hecho acción alguna para cumplir los acuerdos. Va contra la esencia de la democracia y contra el interés general
Nostra Terra denuncia que, dos meses después del plenario, ni siquiera se ha publicado en el DOGV.
Esta pasividad que denuncia la asociación, y la negativa de la alcaldesa a conceder una entrevista con los representantes de dicha entidad, les ha obligado a presentar esta misma semana un escrito formal al Ayuntamiento para solicitar que se ejecuten los acuerdos del plenario de abril.
Nostra Terra reitera que en ningún momento se oponen a las instalaciones de energías renovables, pero que es esencial que se implanten con el máximo control y respeto por el territorio, evitando que ocupen suelos agrícolas productivos y zonas habitadas.
El término municipal de les Coves cuenta con zonas de buena producción agrícola, centenares de hectáreas en las cuales dicha producción cuenta con la calificación oficial de ecológica, una gran cantidad de parcelas que son indispensables para que los granjeros puedan gestionar los purines y, sobre todo, zonas residenciales habitadas. Nostra Terra asegura que todo esto debe protegerse de las macroinstalaciones de energías renovables, y el modo de llevarlo a cabo es iniciando las pertinentes modificaciones del planeamiento urbanístico.
En les Coves, el Magda proyecta ocupar cerca de 400 hectáreas de zonas del término habitadas y cultivadas, algunas de ellas con producción ecológica. Es por ello que Nostra Terra ha solicitado al Ayuntamiento que cumpla los acuerdos del pleno e inicie las modificaciones urbanísticas para proteger el territorio.
Nosotros no podemos hacer más, es el Consistorio quien tiene las competencias para hacerlo
explican, y añaden:
El momento de hacer una planificación y ordenación de la implantación de las energías renovables es ahora. Si no se hace, los numerosos proyectos, mayoritariamente especulativos, acabarán con nuestro territorio y nuestro modo de vida.
La dejadez del Ayuntamiento respecto a este tema es, según Nostra Terra,
lamentable, igual que la falta de transparencia e información. Además de ser una actitud propia de otros tiempos, las consecuencias las sufrirá toda la población de les Coves en el futuro. Los ingresos económicos que un Ayuntamiento pueda obtener por este tipo de instalaciones nunca podrán compensar los daños irreversibles que pueden causar al territorio y a las personas si no se hace una regulación adecuada, racional y sostenible.